La vida me mostró de todas las formas posibles que este no es mi lugar. La vida se colmó y superó el límite de las razones, las justificaciones, las explicaciones. ¿Cuántos finales más tengo que aguantar? ¿Cuántos golpes, cuántas pérdidas? ¿Qué se sentirá importarle a alguien, importarle de verdad como para experimentarlo en forma de acciones, decisiones, hechos? ¿Cuánto más? ¿En serio merezco vivir esto? Al menos quisiera conocer la red de vientos kármicos que configuraron esta situación. Saber cuándo y cómo fue que mis acciones generaron consecuencias de esta magnitud.
Estoy en fuera de lugar. Offside. No hay VAR que me salve de esta. Fuorigioco. Por eso me voy. Todas las acciones tienen consecuencias. Fuorigioco, calcio di punizione. La consecuencia de todo este proceso es la certeza de que este no es mi lugar. Siempre hay un reemplazo, siempre alguien que sí tiene espacio, tiempo y lugar. Pero nunca soy yo esa persona. No soy único ni especial ni valioso en ninguna forma. No hay espacio para mí aquí. No hay espacio, no hay lugar. No es aquí. Mi hogar es el nolugar. Quizás en otro mundo, otro reino de la percepción, quizás en otro yo. Quizás deshaciéndome del yo... Sí, eso es.
Adiós.
Adiós a todos
Todas, todes
Adiós.
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