domingo, 8 de mayo de 2011

Una araña en el teclado

Soy varios miles de veces más grande y también más inteligente que el arácnido ese, el que se postró en la tecla "Enter" ayer a eso de las 11.10 pm mientras le contaba por msn a mi prima esa gran hazaña en mi acto de ilusionismo. Me desperté hoy con ese pensamiento y revisando la bandeja de entrada de mi celular, me dí cuenta que ese mensaje de texto lo recibí en sueños…tendría que revisar la bandeja de entrada de mi hipotálamo, ahí lo encontraré y lo responderé, ella lo leerá y en sueños todo saldrá perfecto. 

El ilusionismo es en sí, un elaborado engaño que asombra a todos y con aplausos graba la falacia en la conciencia del mago. La araña cayó al piso y quedó aplastada por un zapato, pero no murió…entró a mi lóbulo derecho y comenzó a conectar uno a uno todos mis estúpidos pensamientos ilusionistas. 

El público no aplaude aún y comienzo a sospechar que mi acto no salió como yo esperaba. Mi siguiente idea, hacer un acto de escapismo en donde el artista no aparecerá de nuevo, se desvanecerá de la faz de su Tierra y la vida de la espectadora continuará entre los sollozos que el artista no quiso consolar. La araña del teclado está caminando por la aorta lentamente con la intención de entrar en mi diafragma, lo hará hiperventilar, lo sé, ella hizo un eco de sus pretensiones en el vacío de mi cráneo. 

Será mejor que cuando la araña llegue a mi pecho, yo ya esté lejos del ansioso público que, desconcertado, no sabrá cuando aplaudir.

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