Inspirado en un @ que por ahora dejaré anónima (ella sabrá que me refiero a ella) voy a contarles el 5 de Julio de 2010. Parece que a mí me fue mejor que a ella en ese día inolvidable...
A mediados de marzo comenzaron a escucharse rumores calamarescos y en mayo del año pasado ya era un hecho. Andrelo va a venir al Rock al Parque!!! Jueputa!!! Jueputaa!!! Mi cantante favorito!!! Y GRATIS!!! Recién me estaba recuperando de Guns N' Roses - y es que cantar a grito herido "November Rain" a las 2 de la mañana, con la lluvia cayendo encima del piano de Axel Rose, y también en mi cara y la de los otros 25.000 espectadores, es una cosa de looocos! - cuando ya había que preparar garganta para cantar "No te preocupes Paloma, no hay pájaros en el nido".
Dos meses eternos - llenos de proyectos de física y parciales de álgebra lineal, partidos de mi muy odiada selección de fútbol de España y vacaciones aburridas en los caóticos intersticios de todas mis demás actividades - hubo que esperar para que el tipejo este aterrizara en El Dorado y conociera la 26.
Ya es lunes por la mañana, carajo! Se hizo tarde! Hay que recoger a Marcela en la Jimenez. Yuldor, quiere ir? Yuldor apenas llegaba de escuchar a Silvio (Rodríguez) en Medellín. La siguiente escena es éste pez mordiéndose el codo de la envidia. Al fin salimos y empezó a llover, nos montamos en el Transmilenio y llegamos a encontrarnos con la susodicha. Nos fuimos hasta el Simoncho (según el mismo Calamaro) y los policías se jactaban en su título autoadquirido de "hijueputas" haciéndonos entrar al parque descalzos.
Había otro man con nosotros, un tipo que nunca volví a ver. El caso es que mientras llovía y Yuldor peleaba con el agua que estaba cayendo, nosotros seguíamos mojándonos sin remedio. Lo bueno es que estábamos sentados a unos 50 metros de la tarima y que, cuando dejó de llover, el ambiente se arregló. Unos tales Mute Math y unos desconocidos, unos Zoé (?) que después no iban a ser tan desconocidos calentaron los motores. Se sabía que todos los que estábamos ese día íbamos para escuchar "Déjame atravesar el viento sin documentos".
Nunca falta el barrista que se tira todo! Ehhhg! Llegaron a empujarnos y Marcela, la hija de Samuel Moreno, hizo respetar su título de propietaria del parque, a fuerza de codazos. Un perro se desmayó de la dicha y llegaron a auxiliarlo los de la Defensa Civil, qué eficientes! Son las 8:00! A qué hora va a salir a cantar Calamaro?!
"A los 15 ya uno es grande". La verdad a mí eso no me importa, ese documental chimborrio le estaba quitando tiempo al protagonista de la noche. Cuando al fin salió a cantar, carajo, casi chillo de la emoción. Canté de memoria todas las canciones, en especial...ahhg, todas las canciones de ese tipo son lo máximo! Había magia en el aire y las sonrisas volaban, mientras las bengalas rojas se agitaban al son de "Estoy vencido porque el mundo me hizo así, no puedo cambiar". Los mejores 43 minutos de mi vida.
Se fue, se fue del Simoncho, pero algún día volverá. Y mientras salíamos por el "camino de purificación" (buena esa, Yuldor) nos embarramos las patas hasta el tuétano del hueso, pero no importó. Tampoco importó la caminada hasta la k30 ni el bus lleno, ni el taxi que pagó la hija de Sami, entre otras cosas, porque ella lo pagó. Lo único que importó fue escuchar a Andrés en vivo, a 50 metros de distancia y durante 43 minutos, nada más.
Otro día les cuento cómo la lluvia cantaba junto a 25.000 personas "November Rain" en el concierto de Guns N' Roses del año pasado.
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